CCOO en PSA Groupe Vigo | 24 de abril de 2024

CCOO se adentra en la fábrica del futuro y señala las debilidades y oportunidades de la industria 4.0

  • El secretario de Estrategias Sectoriales de CCOO de Industria participa en el foro que AMETIC organiza en la Global Robot Expo

"Industria 4.0. Fortalezas y amenazas, debilidades y oportunidades" fue el título de la ponencia que el secretario de Estrategias Sectoriales de CCOO de Industria presentó el 3 de febrero en el foro "La fábrica del futuro" que la asociación empresarial AMETIC celebró en la segunda edición de la Global Robot Expo.

07/02/2017. Madrid
Un momento de la intervención de Máximo Blanco en el foro de debate de AMETIC

Un momento de la intervención de Máximo Blanco en el foro de debate de AMETIC

En el entorno de la Global Robot Expo, que del 2 al 4 de febrero se celebró en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, la Comisión de Industria 4.0 de la asociación empresarial AMETIC abrió un foro de debate al que asistió como invitado el secretario de Estrategias Sectoriales de CCOO de Industria. También participaron UGT, el presidente del Foro de Empresas Innovadoras y el director de Innovación de AMETIC.

Máximo Blanco hizo especial hincapié en que la convergencia derivada de un proceso que, en el ámbito de la industria manufacturera, incorpora la fabricación, la distribución, el mantenimiento y la comercialización, es decir de toda la cadena de valor, comporta el cambiar la clasificación tradicional de la economía, rompiéndose la barrera entre sectores industriales y no industriales. Porque la fábrica del futuro incorpora la robotización a las cadenas de montaje con la ayuda de herramientas como el big data o el cloud en el proceso productivo, además del desarrollo de la inteligencia artificial.

Un proceso que va acompañado de la acelerada aparición destartups como mini-multinacionales y que requiere profundizar en la ciberseguridad, en cambios sustanciales -en forma y contenido- de la negociación colectiva y las relaciones laborales, exigiendo la coordinación de las distintas administraciones, los centros tecnológicos, el sistema educativo y, sobre todo del gobierno central y los autonómicos.

Incide en la aceleración de la dinámica de la globalización, generando ahorros en tiempos de producción, liberación de recursos, mayor eficiencia y menores costes de producción. Donde el reto para España pasa por desarrollo tecnológico, la conexión empresas-instituciones, la cooperación público-privada a partir de alianzas estratégicas y una mayor inversión en innovación, desde una apuesta pública, como pilar básico de inversión en ciencia e inversión privada aplicada al sistema productivo. En este marco, se desenvuelve la necesario coordinación y colaboración ministerial que en la actualidad no existe.

Los principales déficits a superar pasan por el incremento de la innovación, modificar el actual sistema de relaciones laborales, pasando de la jerarquización a la interactuación con las plantillas y modificar el sistema educativo desde el inicio (formación básica y media, formación profesional y universitaria).

La principal fortaleza del proceso denominado Industria 4.0 es la colaboración y conectividad en el sistema productivo, mediante la integración de industria y servicios; la automatización del proceso; los productos innovadores; y la cualificación del empleo.

Las debilidades y amenazas tienen como referencia la creación de oligopolios potentes, que dominan los datos y concentrar el poder; la falta de normas regulatorias, administrativas, laborales y fiscales; la destrucción masiva de puestos de trabajo y su posible recuperación; debilitamiento de la negociación colectiva y de las relaciones laborales; la desigualdad en capacidades y formación en la demanda de mano de obra, condiciones de empleo y salarios; y la financiación de la protección social, sobre todo de la seguridad social.

Las oportunidades pasan la generación de nuevos puestos de trabajo, incentivando los empleos adecuados e incluyendo el talento, la creatividad y las habilidades, aquellos que están protegidos de la robotización; una organización del trabajo más ágil, más flexible y autónoma; nuevas formas de distribuir las ganancias de la productividad; la pervivencia de la igualdad en la formación y en el empleo y de la cohesión social y territorial. Para ello, debe reforzarse el marco del diálogo social, con la involucración de empresas, políticos y, sobre todo, el Estado.